¿Qué es el banco malo?

Ultimamente, no paramos de escuchar como los medios utilizan la expresión "Banco Malo". Pero no todos sabemos  lo que significa exactamente. Por eso vamos a explicar más a fondo en qué consiste este termino, que se ha relacionado estrechamente con el tema de los desahucios.

En el 2012 nace Sareb, acrónimo que indica la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, es decir aquella entidad financiera diseñada para recoger los activos inmobiliarios problemáticos o fuertemente devaluados. Esta entidad se encarga de absorber, evaluar, y luego poner en el mercado los activos tóxicos inmobiliarios de los bancos españoles. El objetivo principal es estabilizar el mercado de la vivienda mediante la detención de la caída de los precios y prestar apoyo a los bancos. El banco malo compra los activos inmobiliarios problemáticos de los bancos españoles con la idea de venderlos años más tarde, después de la recuperación del mercado de la vivienda; con un plazo marcado de 15 años.

El propósito principal con el que nació Sareb, es el de mejorar la situación económica. Pero cómo? Los bancos poseen pisos, mayoritariamente de familias desahuciadas,  y como no pueden venderlos, pasan a ser considerados activos "toxicos", cuyo valor es practicamente cero o negativo.  Entonces el Govierno absorve esos activos, comprandolos, y los mete en el "Banco Malo" (con dinero publico), comprometiendose así a  venderlos en un plazo máximo de 15 años. Claramente hay ventajas y incovenientes. Una ventaja puede ser la mejora del sector bancario: hay posibilidad de sanear las entidades bancarias, y como consecuencia, su buen funcionamiento afecta positivamente a los ciudadanos, en última instancia, lo cuales pueden volver a pedir créditos e hipotecas y así reactivar la situación económica del país. Pero no podemos olvidar los inconvenientes: esta medida golpea directamente a los contribuyentes. El dinero con el que se ha creado el Sareb, proviene de los impuestos ciudadanos. Ha sido una gran inversión en algo que no se sabe con certeza, si dará buenos resultados. De hecho, hay quien afirma que las perdidas podrían ser mayores de lo esperado. Además los pisos que pasan a ser activos tóxicos podrían utilizarse como alquiler social para todas aquellas familias que no disponen de  ingresos suficientes, en vez de intentar sacar beneficios con este tipo de viviendas.