Ya desde la primera asamblea a la que asistimos en Nou Barris alguien mencionó el tema de "los pisos de Torre Baró". Y no es para menos. Cada semana hay un nuevo lanzamiento de desahucio, mientras en el mismo distrito hay cientos de viviendas nuevas vacías.
Torre Baró es uno de los trece barrios que conforman el distrito de Nou Barris. Esta coronado por un castillo, cuya singular forma es la insignia del barrio y también de "Nou Barris Cabrejada", la unión de todas las asociaciones y entidades de Nou Barris que plantan cara a la pobreza e injusticia social del distrito. Lo que sucede en este barrio constituye, de una manera bastante metafórica, una representación no solo de la situación del distrito o de Barcelona, sino de la economía de la especulación de todos estos años.
Torre Baró es un barrio tranquilo, situado en la periferia de Barcelona, a los pies de la sierra de Collserola. Es un barrio obrero y humilde, que acoge a numerosos inmigrantes, como la mayoría en Nou Barris. Y como en la mayoría, también es víctima de los desahucios. Sin embargo, existen en Torre Baró 4 islas de viviendas de protección oficial nuevas, 259 pisos de los que 185 están vacíos. Ya se dice en las consignas de las manifestaciones: "gente sin casa y casa sin gente, no se entiende". Este descomunal proyecto, obra de la promotora Regesa, no casa en absoluto con las necesidades y la situación de los vecinos de la zona.
Torre Baró es un barrio tranquilo, situado en la periferia de Barcelona, a los pies de la sierra de Collserola. Es un barrio obrero y humilde, que acoge a numerosos inmigrantes, como la mayoría en Nou Barris. Y como en la mayoría, también es víctima de los desahucios. Sin embargo, existen en Torre Baró 4 islas de viviendas de protección oficial nuevas, 259 pisos de los que 185 están vacíos. Ya se dice en las consignas de las manifestaciones: "gente sin casa y casa sin gente, no se entiende". Este descomunal proyecto, obra de la promotora Regesa, no casa en absoluto con las necesidades y la situación de los vecinos de la zona.
Es de esperar, entonces, que los vecinos y activistas del distrito se indignen y hablen del tema en cada asamblea. De hecho ya han llevado varias veces el caso de Torre Baró a las audiencias públicas que se realizan en el distrito y en otras reuniones con la regidora y el representante del patronato de la vivienda de Barcelona. Piden al Ayuntamiento que compre los pisos y los ponga en alquiler social, pero la respuesta que reciben de las instituciones es siempre la misma "¿con qué dinero?". Mientras tanto, Regesa gasta entre 300.000 y 400.000 euros en vigilar sus pisos vacíos, en vez de acercar a la realidad el precio de éstos.
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